Wednesday, April 19, 2006

"GB: Eros", anagrama de Borges

La clase de ayer se la dediqué a Borges. Leímos El Aleph. Fue una bella experiencia esa lectura. Eso sentí yo y creo que también varios de los alumnos.

Borges es siempre una fiesta de la literatura. Nadie ha escrito más bella e inteligentemente que él. Combinó álgebra y fuego, sin violencia, con elegancia.

“Yo soy el fuego que me consume. Yo soy el la razón que me piensa. No soy el fuego. No soy la razón. Soy Borges. Eros está en mi nombre. Las letras que sobran son mis iniciales:

G.B (Georgie Borges)"

Tuesday, April 18, 2006

Deportes, identificación y muerte

18-04-06:

Escribo un artículo para la revista En Equilibrio sobre la identidad y el deporte. Pienso en los fanatismos deportivos y en la hybris que éstos desatan. Es posible que mi artículo aborde esa arista del tema que me han propuesto los coordinadores de la revista.

Busco en google y encuentro una nota donde se informa que las precauciones de seguridad para el próximo mundial de fútbol en Alemania son mayores frente a los "hooligans" que frente al terrorismo. Desde luego, es más fácil detectar la acción de los primeros que la del segundo. Los "hooligans" casi siempre tienen fechas precisas para sus inmensas tropelías. No así los terroristas. Los primeros se exhiben antes del desastre. Dan la cara y hacen mucha bulla. Los segundos exhiben sólo el resultado de su acción furtiva. No es extraño, entonces, que la política de seguridad "antihooligans" sea más evidente y precisa. Detener a los "sospechosos habituales" (árabes inocentes como yo) y aplicar todas las medidas que después del 11 de septiembre se han venido afinando en aeropuertos y demás zonas de entrada, así como rezar para que esta vez no haya atentados, suelen ser las precauciones más socorridas en materia de terrorismo. Hay otras, desde luego, menos reveladas, pero que fatalmente son respondidas por una tecnología terrorista capaz de superar los más espectaculares efectismos del cine norteamericano. Espero que este año ni hooligans ni terroristas empañen el mundial de fútbol.

Quisiera también referirme a otros aspectos del tema y aprovecharlo para citar una anécdota que siempre me ha impactado. La recuerdo:

Un taxista de Florida un día de 1974 vio que la mano dura y terrible de su esposa apagaba el partido de béisbol en la televisión y escuchó esta condena bíblica: "¡Te me vas a trabajar!". El chofer se fue a trabajar y se perdió el histórico jonrón de Hank Aaron y, como es lógico, se suicidó.

Turco Najul

Wednesday, April 12, 2006

Me creo el cuento del Quijote

Hace poco asistí a una conferencia de Rafael Arráiz Lucca en el Instituto de Estudios Jurídicos de Barquisimeto. La conferencia era sobre el Quijote. Arráiz leyó un texto dividido en dos partes. Una, estupenda, referida a sus primeros encuentros con el libro y otra, a su visión de lo “quijotesco”. Esta última parte me pareció fría y no tan feliz como la anterior. Afirmó que el adjetivo "quijotesco" suele ser mal empleado, debido a que el Quijote era un loco y no un utopista, como si alguien lo estuviese planteando de esta última manera. Comentó la famosa frase de Bolívar (“Jesucristo, Don Quijote y yo somos los grandes majaderos de la historia”) para decir que es falsa porque compara un personaje de ficción con dos personajes históricos, que, por otra parte, tienen poco en común. Creo que no. Para mí. Cristo es más personaje de ficción que personaje histórico. Creo, asimismo, que los tres eran majaderos. No verlo de ese modo puede dar lugar a lo que ha hecho Vargas Llosa: convertir al Quijote en un simpático héroe avant la lettre del neoliberalismo.

¿Es cierto lo de loco? ¿Lo es lo de obsesivo? ¿Es cierto, igualmente, lo del código de honor de la caballería? Tal vez, pero sólo si no pensamos en el Elogio de la locura de Erasmo. Y ¿cómo no pensar en uno de los libros adorados por Cervantes? ¿Y lo de la realidad? ¿No se batió el Quijote con los gigantes de su “realidad”? Algo quería transformar, por lo menos así lo hemos supuesto muchísimos de sus lectores, más cercanos al gusto por la literatura que a la afición por los análisis.

No me gustan esas lecturas tan racionales del Quijote, guiadas a veces por un libreto psiquiátrico (no es exactamente el caso de ésta). Me gusta la “realidad” de la imaginación, pero no sólo la de los personajes. También la de los lectores. Me gusta creerme el cuento. Por eso celebro ese bellísimo texto final de Giorgio Agamben en sus “Profanaciones”, donde los niños apoyan al Quijote que destruye la pantalla porque en la película los bárbaros estaban haciendo sufrir a Dulcinea.

Es una lastima que la muy cálida y hermosa primera parte de la conferencia de Arráiz estuviese seguida de una aproximación no tan qujotesca del Quijote. De todos modos fue un placer escuchar a un excelente poeta como Rafael Arráiz Lucca, estudioso y culto.

José Luis Najul

Yaracuy

19-03-06: San José. Día de Yaracuy. Felicitación pública de la UNEY. En el aviso hay un mensaje oblicuo para la gobernación del Yaracuy, por irrespetar un poema de José Parra en las horrorosas vallas colocadas en las entradas principales del estado. Además del desastre gráfico de las vallas (un espantoso pergamino que prueba el mal gusto reinante en la Gobernación), el texto copiado destruye el impecable cuarteto de José Parra. Ya no son cuatro versos con rima ABBA, sino tres frases. Si hubiesen respetado los endecasílabos, la destrucción de la rima sería más notable. Y es que en este disparate la palabra “baña” del segundo verso (que debe rimar con la palabra “caña” del tercero) está en plural (“bañan”). Para mantener la rima consonante y ser coherentes con el agravio, debieron escribir “cañan”.


Carlos Giménez modificó el segundo verso: ya no es “la espuma que la baña”, sino “las espumas que la bañan”. Nuestro aviso de ayer, cuya idea compartí con el rector, dice cuanto sigue: “Al cumplirse hoy un aniversario más de la declaratoria de autonomía de Yaracuy como entidad federal, la UNEY invoca nuevamente en esta fecha a ilustres yaracuyanos que como José Parra contribuyeron a mantener viva nuestra historia y nuestra cultura. Invitamos a los habitantes de esta próspera tierra a continuar firmes en sus principios de paz y convivencia, así como en el respeto a la obra de nuestros creadores”. Un retrato de José Parra (dibujo de Felipe Guevara) y la estrofa, tal como la escribió su autor, completan el aviso:

Su luz, su magia, su verdor asombran/ y a orillas de la espuma que la baña/ de su seno de miel surge la caña/ para endulzar los labios que la nombran”.